KUSI KUSI
Martín Molina Castillo
KUSI KUSI, LA ALEGRE LUCHA DESDE EL ARTE
Martín Molina Castillo


Vicky Morales en una escena de El Pueblo del sol.Fotografía Archivo Kusi Kusi.
Lima 1960. Victoria Morales, maestra arequipeña interesada en los títeres, conoce a Gastón Aramayo, joven actor boliviano iniciándose como titiritero en gira sudamericana; surge el amor, termina la gira y empieza la gran aventura. Además de convertirse en familia, en 1963 crean Kusi Kusi, grupo de títeres que, por su impecable trayectoria y trascendencia, puede considerarse el más importante de la historia de este arte en Perú.
Cuestiones políticas los llevan a Corea, conociendo directamente la tradición y contemporaneidad de los títeres asiáticos y europeos; luego residen por unos años muy activos en Chile. En 1969 vuelven a Perú; eran tiempos de cambio y en -plena reforma agraria- recorren el país con sus títeres como recurso para la educación de las comunidades campesinas, experiencia que les dejó profunda huella a nivel personal y artístico.
Establecidos en Lima, lograron que el municipio les ceda, en pleno centro de la ciudad, una cabaña de troncos que habilitaron como sala estable para títeres y taller de enseñanza y creación. Es a partir de 1972, cuando nace “La Cabañita”, que consolidan su trabajo sin límites para su alto vuelo creativo. Venti siete años después, otro alcalde, demolió La Cabañita, e intentando reparar ese error les dieron un sótano, gestando allí un nuevo teatro para títeres.
Martín Molina Castillo (Perú)
Titiritero hace 30 años, miembro de los grupos Tárbol, Higuerilla y SerAbisal. Autor del libro “Oficio de libres, del ancestral y contemporáneo arte de los títeres” (2018). Desde 2004 ha editado 12 números del fanzine titiritero “Mil Vidas”.


Kusi Kusi y Mantequilla. Fotografía Amancio Caballero.
Produjeron montajes de gran formato, con títeres de diferentes técnicas, dimensiones y materiales, conformando elencos de 4 ó 5 personas, desarrollando dramaturgia propia, adaptando obras literarias o provenientes de la oralidad. En exploración constante, abordaron temas cuestionadores y necesarios, dando a los títeres peruanos un nivel y proyección admirables que los llevaron por Bolivia, Venezuela, México, Colombia, Japón, India y Brasil.
Kusi Kusi en lengua quechua, significa Alegría alegría o muy alegre, también era el nombre de su presentador, un niño andino que, con su pícaro perrito Mantequilla, hacían una bella rutina de presentación, que precedía a sus cerca de 40 montajes: La gallinita trabajadora, Bailes del Perú, Alas al viento, El Clavel desobediente, entre otros. Destaca entre todos El Pueblo del Sol, que sintetiza su proceso artístico, mientras recorre la historia del Perú como una epopeya histórica y mítica que deviene en voz de los niños mostrando los dramas y posibilidades de un país en construcción; un país que suele dar la espalda a sus artistas que, así como ellos, tuvieron que enfrentar a la adversidad burocrática e indiferencia del Estado, sin bajar nunca los brazos, sin perder la esperanza ni la sonrisa.
Vicky trabajó hasta que perdió la vista, y a pesar de ello concibió y dirigió en 2019, una última obra: Ternura Andina; poco después, el municipio cerró definitivamente su espacio y decidieron bajar definitivamente el telón. El año 2021, una Universidad de los Andes del Sur, acogió su patrimonio con la intención de hacer un museo, tarea aún pendiente.
Vicky partió a la eternidad el 13 de octubre de 2022, Gastón ya está retirado pero un maestro de su talla aún tiene mucho que aportar. Kusi Kusi es ahora historia, mito y leyenda, inspiración y ejemplo; referente fundamental de los títeres en Perú y Latinoamérica.
