EL SINDROME GEPPETO
Elvia Mante
EL SÍNDROME GEPPETO
Elvia Mante


En respuesta Alan Cook, estadounidense, da un llistado de 56 mujeres titiriteras, y dice: Estaba pensando en cuántos festivales de marionetas estaban dirigidos por mujeres... es historia impresionante...
Tim Sykes:… pero cuando miras esa lista que se remonta a la década de 1920, es muy escasa en comparación con los homólogos masculinos, etc. Me doy cuenta de que no es una competencia, pero resalta el desequilibrio obvio… creo que el ego juega un papel en este proceso. No muchos de los nombres que enumeraste equivaldrían al mismo reconocimiento que sus homólogos masculinos, lo cual es una pena, especialmente cuando, como dices, estaban jugando un papel muy importante en unir a todos con los festivales, etc.
Luego, Steven Widerman, estadounidense, comenta, entiendo que a manera de justificación masculina “Mucho para el crédito de nuestro campo, ha habido algún esfuerzo por reconocer a mujeres importantes, donde otros campos no han hecho ningún intento de corregir la discriminación histórica.”
Y aquí entran los comentarios de Hazel Pegram, titiritera inglesa, cuya relatoría me parece una joya:
No soy una titiritera famosa… pero yo era una profesional, me ganaba la vida desde los 19 años (52 ahora) con la compañía Runn Runn Puppets… a las niñas no se les enseñaban las habilidades esenciales de carpintería… en casa, tales habilidades se transmitían a los niños (varones). Aprendí lo que aprendí de los libros, como muchos de ustedes. No tenía conocimiento de las herramientas… así que me quedé pidiendo consejo a los dependientes de las tiendas… algunos fueron muy generosos con los consejos, mientras que otros te hacían sentir como si fuera un club de chicos al que no tenías, y no podías, ser miembro. Lo mismo sucedió con los equipos de audio e iluminación. A veces, al pedir un consejo, un hombre decía ‘Yo haré eso por ti’, lo cual es muy amable pero un poco lo contrario de habilitar (de dar las herramientas para hacerlo por nosotras mismas)… cuando estaba en una competencia local de negocios para jóvenes en la televisión, uno de los jueces (irónicamente, el director de un equipo de fútbol) dijo en su resumen: “¡Espero que algún día conviertas tu pasatiempo en un negocio!” Esperé hasta que las cámaras estaban apagadas para decirle que ya era un negocio en funcionamiento, me pagaba vivir y pagar a un empleado ocasional, comprar y operar una camioneta y todo el equipo necesario y no era mas pasatiempo que el fútbol! … No estoy seguro de que este sea el tipo de respuesta que está buscando o si le está sonando a alguna otra mujer… soy una titiritera que ha trabajado durante unas tres décadas, y doy una perspectiva femenina.
Por eso yo he emprendido esta cruzada de reconocer con nombre y apellido, con rostros y saberes, a las mujeres en el arte de los títeres, y que si, efectivamente, el ego masculino, la misoginia y la cultura patriarcal nos han borrado de la historia, nos han puesto demasiados obstáculos a nuestro desarrollo profesional, han minimizado nuestras aportaciones, siguen cerrándonos las puertas a nuestros proyectos, a nuestra participación en festivales y premios y por ello, a la hora de hacer el recuento resulta que somos menos en cantidad y en calidad y solo algunas cuántas se valoran como excepcionales.
Cierro esta publicación con el conocido meme de la competencia profesional entre hombres y mujeres. Todas estamos enfocadas y convencidas de nuestros objetivos pero no es una carrera justa y los hombres y las instituciones siguen sin entenderlo.
Navegando por FB, en mi búsqueda de mujeres en el arte de los títeres, encontré una conversación entre artistas que se dedican a este arte y donde uno de ellos mencionaba el “síndrome Geppeto” refiriéndose a este imaginario colectivo en el que el arte de los títeres es cosa de hombres, enfatizando que las mujeres que destacan, lo hacen solo si son excepcionales. Transcribo dicha conversación que me parece reveladora de la ceguera a la que nos enfrentamos cada día.
Todo sucedió a partir de una pregunta que hace Tim Sykes, titiritero del Reino Unido, a propósito de Dolores Hadley, titiritera estadounidense ya fallecida.
Tim Sykes: Con todo el interés actual por Dolores Hadley y sus maravillosos títeres, se plantea una pregunta en mi cabeza sobre las mujeres en el mundo de las marionetas. ¿Por qué hay tan pocas? ¿O debería decir por qué se acreditan tan pocas? Veo más equipos de marido y mujer, pero es inusual que las titiriteras femeninas sean acreditadas por derecho propio…
Anne Newman, también estadounidense dice: Trabajé tanto en el teatro de marionetas como en la radio durante muchos años. Ambos tienen campos dominados por hombres… parece que muchos titiriteros masculinos exitosos tuvieron al menos un mentor en algún momento del camino. No es fácil para las mujeres encontrar maestras de títeres de alto calibre, y los libros solo te llevan hasta cierto punto. Y cuando estás criando una familia, a menudo terminas llevándote a tu hijo contigo cuando haces shows, colocándolo detrás del escenario o en la primera fila y rezando para que no se aleje. Hace un tiempo, pedí una subvención para un proyecto que armé, construí todas las marionetas y el escenario, alquilé un escenario portátil y contraté a los músicos y a un amigo titiritero. La actuación fue un gran éxito; pero aún así, varias personas asumieron que mi amigo estaba a cargo y querían saber cuánto tiempo había trabajado para él.
Como podemos notar, esta experiência de Anne es compartida por muchas titiriteras, los trabajos de crianza limitan el desarrollo profesional de las mujeres en muchas áreas.
Tim Sykes: Creo que lo que sucede es lo que llamo el síndrome de Gepetto. No esperamos una Gepetto femenina. Nuestra cultura siempre ha retratado a los hombres como titiriteros. Las mujeres pueden ser Hadas azules y darles vida, pero la propiedad suele ser masculina…También me pregunto si el ego masculino es otro factor.
Fotograma de vídeo: Sharpsteen, Ben. (1940). Pinocho. Walt Disney Productions
Elvia Mante
Miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte 2023-2026. Directora, dramaturga, investigadora, titiritera. Fundadora de Baúl Teatro A.C., Museo La Casa de los Títeres, Monterrey, N.L. México.




