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Tucumán, tierra de Títeres

Por: Romina Muñoz

Romina del Valle Muñoz. Actriz, profesora y Licenciada en Teatro (UNT). Titiritera de oficio y autodidacta desde el año 2000. Conformó los grupos “La Parcela” y “Andalia con la Barjuleta” recorriendo España, Italia y Francia. Becaria Unima (2011) en Institut Internacional de la Marionette. Hoy trabaja con diversos grupos independientes, y dirige el Teatro Estable de Títeres Ente Cultural de Tucumán, desde el año 2016.

Tucumán, provincia ubicada al noroeste de la Argentina, rodeada de montañas y yunga, es geográficamente la más pequeña de la Argentina, pero densamente poblada, con un quehacer cultural en ebullición, que marca su historia, y vió nacer muchos y diversos artistas, entre las que me gusta nombrar a dos reconocidas mujeres, talentosas y revolucionarias: Lola Mora y Mercedes Sosa.

     Rodeada de estímulos culturales, con una prestigiosa Facultad de Artes, gran número de grupos de teatro independientes, colectivos de artes visuales, destacados músicos y poetas, ya en la década del 40 empezó a surgir el interés por el Teatro de Títeres en nuestra provincia, muy cercano a su función pedagógica, pero con muchas ansias de profesionalización y desarrollo artístico.

     A grandes rasgos, puede delinearse el camino de los titiriteros Tucumanos entre la Escuela de Títeres de la Provincia, los estudiantes y egresados de la carrera de teatro de la Facultad de Artes, y la indispensable “formación autodidacta”, que los titiriteros adquieren en la práctica, giras, cursos e intercambios con otros titiriteros trashumantes.

     Nuestra provincia cuenta hoy con una importante actividad titiritera. Por una parte, la vertiente de grupos independientes, que sostienen su actividad tanto en barrios y escuelas, como en teatros y giras. Puede nombrarse entre ellos a: La Mirilla, Andalia con la Barjuleta, Toque Mágico, Mani Ambulanti, La Parcela, Tejes y Direjes, La feliz comitiva, Los Tucus, Cocoa, Guillote Títeres, Los Puppis, Tornillo, quienes al mismo tiempo trabajan en gestión cultural, de manera individual y asociada (llevan adelante festivales, giras, ciclos y capacitaciones). Por otra parte, nuestra provincia cuenta con el privilegio de tener dos instituciones del Estado vinculadas al arte de los títeres: la ya mencionada Escuela de Títeres de la Provincia, (dependiente del Ministerio de Educación de la Provincia, que se funda en 1856) y el Teatro Estable de Títeres de la Provincia (dependiente del Ente Cultural de Tucumán creado en el año 2007), ambas en constante actividad de interés cultural, educativo y social.

     Luego de escribir y compartirles estos detalles, un conjunto de datos casi fríos que de alguna forma intenta reflejar nuestro mapa o nuestra red de titiriteros dentro de la provincia, me gustaría hablar de la actividad puntual de dichos elencos de títeres hoy día.

     En la actualidad, más allá del clásico títere de guante, que fue muy usado tanto para espectáculos callejeros, escuelas y animación de eventos, hoy se ve una variedad de técnicas en escena. Un ejemplo de ello es el elenco del Teatro Estable de Títeres y Marionetas del Ente Cultural de Tucumán, mismo que dirijo desde el año 2016 y que en sus quince años de actividad ininterrumpida desarrolla, además del clásico guante, los títeres de varilla, de mesa, bocones de goma espuma, marioneta de hilo, muñecos gigantes, sombras, teatro en miniatura, y está incursionando en Kamishibai y lambe lambe este año.

     Una categoría que se reactivó, post pandemia, fueron los títeres para adultos. Desde el 2002, cuando la obra “Madera o Metal” del grupo La Parcela (del cual formé parte) recorrió Tucumán, y el NOA, no se había vuelto a ver con frecuencia títeres para adultos en la provincia. Luego de la pandemia, surgieron obras como “Odas Titiritescas”, del grupo La Mirilla y “Media Medianera” del grupo Medianera; siendo ambas producciones seleccionadas y reconocidas en la Fiesta Provincial del Teatro. En cuanto a las técnicas que prevalecen en estos espectáculos, el títere de mesa y el teatro de sombra aparecen como protagonistas. Las dinámicas de trabajo responden a procesos creativos conjuntos, textos de autoría local, construcciones plásticas propias, dirección escénica colaborativa.

     En cuanto al tradicional teatro de títeres para las infancias, la producción es constante y los circuitos de trabajo usuales (escuelas y eventos infantiles) se vieron enriquecidos gracias a políticas culturales fomentadas por el Instituto Nacional del Teatro y la Comisión Provincial de Teatro Independiente (Ente Cultural de Tucumán); quienes fomentaron no solo nuevas producciones gracias a subsidios, sino que generaron giras al interior de la provincia, así como vínculos con organizaciones, para futuros circuitos de trabajo.

     Entre las técnicas y estéticas que son usadas para este público infantil, sigue siendo el guante la estrella; casi todos los grupos locales cuentan con un repertorio en esta técnica. Cabe mencionar que se sostienen en escena los tradicionales grupos de marionetistas, como Los Puppis de Judit Gunset, Los Puppis de Pablo Barraza y Los Tucus, con repertorios de diversas temáticas, mayormente comerciales y con importante inversión en efectos especiales y producción.

     En los últimos años, las técnicas que surgieron y se instalaron tanto en las infancias como con público en general, son: el lambe lambe (grupos La Mirilla y Toque mágico), títeres de mesa con música en vivo (grupo Tejes y Direjes) o muy recientemente, el Kamishibai (grupo Chinchulín, Cosito Comue y Guillermo Lopez).

     Cada institución, cada grupo, cada festival, gira o camino de formación, fue el resultado de mucho tiempo, amor y resistencia. El arte de los títeres, desde el punto cardinal que sea, nació y fue para cada cultura: la voz de la calle y el contacto con la gente. Su presencia en las plazas más recónditas, escuelas rurales y urbanas, en comedores y organizaciones sociales, en teatros, grandes y chiquitos; siempre hizo la resistencia, siempre intento ser la voz, o ser quien habilite la palabra de ese “otro”, que no está en los grandes medios de comunicación o lugares de poder. También en nuestra provincia el títere se formó y defendió desde lo popular, como lo propio del pueblo en cada momento histórico que le tocó estar presente.

     Hoy, en este momento histórico crucial, una vez más nos tocará contar historias, las propias, desde nuestros espacios institucionales ganados con trabajo y presencia comunitaria, la Escuela de Títeres y el Teatro Estable de Títeres, y desde los espacios y grupos independientes, que son el oxígeno y flujo de conocimiento, estéticas, ideología e intercambio constante, que dan vida a la actividad en la provincia.